História



UN POCO DE HISTORIA SOBRE LA MODA:




La moda es una disciplina que existe desde tiempos inmemoriales. Es una de esas cosas que parece haber estado siempre presente en las sociedades civilizadas porque, para nosotros, ¿cómo sería posible haber vivido en sociedad sin vestirnos? Y la verdad es que la moda se remonta a la época de la civilización egipcia, donde se utilizaban telas y joyas para adornar los cuerpos de los faraones, y se creaban prendas útiles para proteger la piel de los campesinos que trabajaban de sol a sol.

Explicaros toda la historia de la moda ocuparía muchísimas páginas, así que, para que tengáis unas nociones básicas, la mejor manera es hacer un breve repaso de los personajes y los estilos que han marcado cada era. En definitiva, una historia con nombres propios.




Siglo XVIII: María Antonieta, el reinado de la moda
Aunque la moda había existido desde varios siglos antes, el punto de partida para la moda, tal y como la concebimos hoy, viene de la mano de la gran María Antonieta y su corte. Durante el reinado de su esposo Luis XVI, la moda francesa conoció uno de los mayores éxitos de todos los tiempos. Fue justo en este punto cuando la moda dejó de ser un elemento funcional —ya que hasta entonces había servido para demostrar la clase social a la que uno pertenecía—, para convertirse en un asunto de palacio. La indumentaria de la época era muy vistosa, pero poco práctica: los vestidos podían llegar a pesar kilos, los tocados podían tener hasta un metro de altura y los corsés oprimían de tal manera las cinturas, que durante los meses de verano las damas solían desmayarse. Los hombres, por su parte, lucían medias, vestían zapatos de tacón y todos llevaban pelucas con bucles, lo cual les daba un aspecto bastante extravagante. Era la época del lujo, del exceso, del despilfarro y, en la corte, todos imitaban lo que María Antonieta lucía: podríamos decir de ella que era una creadora de tendencias. Sin embargo, el esplendor de su reinado y de su vestimenta duró poco.
Primera mitad del siglo XIX: Georges Brummell, el primer Dandi
Hasta este momento, los hombres habían ocupado un lugar muy secundario en el juego de la moda. Las mujeres, que disponían de mucho tiempo libre al ocupar un segundo plano en la vida laboral, dedicaban su tiempo a mimarse y a gastar el dinero de los hombres en vestidos y tocados (cosa que, para ellos, resultaba perfecta pues así dejaban claro su estatus social).
Aunque en muchas ocasiones se ha dicho que Brummell era un joven aristocrático, un sibarita apasionado por el arte, la realidad es bien distinta. Brummell era un joven bastante humilde que aprovechaba las circunstancias para sacar beneficio propio. ¿Cómo? Pues con su imagen siempre impoluta, siempre perfecta. Era todo un caballero que cuidaba hasta el más mínimo detalle de su apariencia, y conseguía así introducirse en los círculos sociales más exclusivos.
Segunda mitad del siglo XIX: Charles Frederic Worth y la alta costura
A partir de 1857, el mundo de la moda cambia radicalmente y empieza a desarrollarse tal y como lo conocemos hoy en día. Hasta este momento los modistos se desplazaban a las casas de sus clientas para confeccionarles las prendas de ropa a medida, pero Worth decide cambiar las tornas y hacer que las clientas se desplacen a su maison para observar las colecciones que crea anualmente. Es el primero en organizar desfiles en su casa de moda, el primero en coser una etiqueta con su nombre en una prenda de ropa y el primero en entender la moda como un elemento social importantísimo.
Siglo XX: La nueva era de la moda
Desde principios de siglo hasta los años 50

En 1906 se produjo un cambio importante en el mundo de la moda. La mujer no era más que un objeto y tenía que soportar las penurias e incomodidades de unas prendas poco prácticas. Se inicia en esta época un movimiento de liberación del cuerpo de la mujer capitaneado por Paul Poiret, diseñador de la época, que estaba a favor de abandonar el uso del corsé. Pero esto no llega a cuajar pues la sociedad se ve sacudida por el estallido de la primera Guerra Mundial. Las mujeres deben integrarse en el mundo laboral mientras los hombres están en el frente, así que ellas adoptan las prendas masculinas por su confort. Se enfundan en vestidos rectos que disimulan totalmente los rasgos femeninos, para conseguir, en cierto modo, ocupar el puesto de los hombres en la sociedad.
Durante la época de posguerra se sigue manteniendo esta indumentaria aunque, hacia 1925, se empiezan a acortar las faldas y a llevar siluetas mucho más femeninas. A partir de los años 30 y hasta el inicio de la segunda Guerra Mundial, las mujeres lucirán todo su esplendor. Las divas de Hollywood son las nuevas musas. El corsé cae en desuso y la mujer deja al descubierto sus curvas naturales gracias a la maestría de Madeleine Vionnet que, con su corte al bies, crea vestidos vaporosos que envuelven el cuerpo de la mujer sin oprimirlo. Otra de las grandes figuras de la época es Gabrielle “Coco” Chanel que, con su particular manera de ver el mundo, revolucionaría la indumentaria femenina defendiendo, ante todo, la comodidad y la elegancia como iconos de estilo.
Cuando parecía que la sociedad retomaba su cauce, estalla la segunda Guerra Mundial. Serán años en los que la moda volverá a ser totalmente funcional y dejará el lado estético totalmente apartado.
Años 50: la lucha de titanes
Tras la guerra sigue un periodo de sobriedad, pues los ánimos y la industria deben recuperarse poco a poco. Sin embargo, en esta ocasión, la recuperación es mucho más rápida gracias al archiconocido Christian Dior. En 1947 organiza un desfile en su maison y presenta la silueta New Look. Esta silueta presenta a una mujer ultrafemenina, con trajes y vestidos que marcan el pecho, se ciñen a la cintura y caen en forma de embudo hasta media pierna: 100% sensualidad y elegancia. Nace la mujer Dior, que le pone al mal tiempo buena cara. Pero, dada la situación tan inestable en la que se encontraba el mundo, muchos critican esta nueva estética. Una de las mayores detractoras de Dior es Coco Chanel. Antes de la Guerra se había retirado, pero ante el éxito de Dior, la dama francesa resurge de sus cenizas. Se establece una lucha, siempre respetuosa, entre los diseños Dior y los diseños Chanel. Coco no se opone a Dior por temas políticos, ella simplemente cree que la mujer ha estado demasiado tiempo sometida a los rigores de la moda como para seguir estándolo. Según ella, Dior encorseta a las mujeres y, por ello, cree necesario establecer un nuevo código en el armario femenino: puedes ser femenina y elegante sin necesidad de realizar equilibrios sobre unos tacones de aguja. Chanel será un icono de la moda clásica, elegante y cómoda. Dior será el máximo exponente de una moda sensual, elegante y más difícil de llevar.
De los años 60 a los años 90: La rebeldía del estilo
A partir de los años 60, se produce un gran cambio generacional provocado por los cambios sociopolíticos que van sucediendo en todo el mundo. La moda, el mejor escaparate de la situación social, se convierte en una verdadera herramienta de protesta y rebeldía. Los jóvenes se adueñan del mundo, y este sólo gira en torno a ellos. La moda deja de ser igual para todos: hay una moda para adultos y una para jóvenes.
Años 60 y 70: “Yo soy rebelde”
Todo es rebeldía, las faldas se acortan hasta convertirse en minifaldas y el gran Yves Saint Laurent introduce el pantalón dentro del armario femenino. Nace el prêt-à-porter (“listo para llevar”) como contrapunto a la alta costura, que no ha evolucionado con la sociedad, pero que se mantendrá como símbolo del lujo. Una vez más, Yves Saint Laurent es el artífice de esta renovación de la moda femenina, acompañado, esta vez, por el káiser Karl Lagerfeld. La inspiración es variada. Si en los años 60 las mujeres presentan una estética más aniñada con la modelo Twiggy como estandarte, los años 70 son años de exuberancia y sensualidad con Brigitte Bardot y Ursula Andrews como iconos de belleza.
Años 80 y 90: Empieza el culto al cuerpo
Durante estas dos décadas la moda volverá a sufrir una ligera variación. Dejará de ser una herramienta política y se convertirá en un elemento estético. En los años 80 hombres y mujeres cuidarán su cuerpo y su apariencia. Es la era de los yuppies, de las hombreras y de las “armas de mujer”: es la época en la que las mujeres mandan y ordenan subidas a unos tacones de aguja. Todos quieren un cuerpo 10 para enfundarse en unos vaqueros Calvin Klein y lucir tan estupendos como Brooke Shields en la publicidad. Es la era de las top models: Claudia, Naomi, Cindy, Christie y Amber son las musas de Versace, un icono de la moda entendida como belleza.
De los años 90 al año 2000: Lo feo también es bonito
A finales de los 80 empieza a surgir un movimiento denominado “feísmo”, instaurado por diseñadores llegados de Japón y de la escuela de Amberes. Estos diseñadores defendían la moda como un medio de expresión y creían que las exigencias de belleza impuestas por la sociedad, sólo empobrecían la creación artística que podía llevarse a cabo a través de la moda. Rei Kawakubo, con la marca Comme des garçons, y Yohji Yamamoto, son los representantes de esta corriente alternativa en la que el negro, las prendas desestructuradas y las formas exageradas son señas de identidad.
El siglo XXI: La época de los Dioses y el lujo
Karl Lagerfeld (Chanel), Marc Jacobs (Louis Vuitton), John Galliano (Dior), Nicolas Ghesquière (Balenciaga), Stefano Pilatti (Yves Saint Laurent) y Alber Elbaz (Lanvin) son sólo algunos de los genios que ocupan el puesto de directores creativos de firmas de gran renombre. Nuestra era es la era del lujo, pero de un lujo dirigido por un grupo de jóvenes talentos (a excepción de algunas figuras como Lagerfeld, Gaultier  o McQueen), que conocen las tendencias mejor que nadie, tienen un círculo social repleto de celebrities y saben qué es lo que mueve nuestro mundo: exclusividad y precios desorbitados.
En el tintero nos hemos dejado personajes muy importantes y firmas que han marcado un antes y un después en el mundo de la moda, pero, a grandes rasgos, podéis encontrar en este resumen los principales hechos que han ido dando vida, forma e historia a la moda.


BREVE HISTORIA DEL ESCAPARATISMO:



1. Breve historia del escaparatismo
El escaparatismo nace como una necesidad comercial frente al desarrollo del mundo actual. Su historia es bastante breve y debemos remontarnos a la Revolución Industrial en el s. XIX, para entenderlo en su concepto actual.
Antiguamente, eran los artesanos los que en sus mismos locales exponían sus productos dependiendo del stock acumulado. En sus ventanas se disponían diferentes repisas, cuantas más mejor, para la exposición de los diferentes productos y reponiendolos según se fueran acabando. Por otro lado estos locales eran practicamente opacos, ya que se ocultaban mediante cortinas o esterillas para permanecer en intimidad.
A través del tiempo el artesano debe ampliar su mercado y es en este momento cuando aparece la figura del comerciante. Por lo tanto ya no serán los artesanos, agricultores, ganaderos, etc. los que vendan sus productos, sino los comerciantes, que serán los encargados de distribuirlos en la sociedad.
Los mercados de entonces eran los Grandes Almacenes de hoy, y aparecerá la figura de la tienda, que etimológicamente viene de extender (extienda sus mercancías). Estas tiendas van a empezar a montar los primeros escaparates y empezarán a desarrollar lo que conocemos por venta por impulso. Hablamos del s. XVII-XVIII y será a finales del s. XVIII cuando aparecerán las primeras tiendas especializadas, conocidas con el nombre deboutiques . Sastres, zapateros y sombrereros serán los pioneros en este nuevo concepto de comercio. Aparecen los primeros maniquies, con una composición rustica, por norma general mimbre. Estos maniquies los entendemos como los bustos actuales de sastre, los cuales no tenían ni cabeza ni extremidades, pero serán los antecesores de los actuales
El escaparate empieza a tomar forma y a mediados de s. XIX el maniquie se empieza a desarrollar y con la incorporación de cabeza y extremidades empiezan a acercarse a la concepción actual. Pasará del mimbre rustico inicial, al alambre, luego al cartón piedra, al cual se le incorpora color, más tarde pasará a la cera, escayola y finalmente al actual poliester, los cuales son de un impresionante hiperrealismo.
La iluminación de estos espacios de exposición se resolverá mediante luz de gas, la cual era muy perjudicial para lo expuesto, pero a ido evolucionando hasta la más alta tecnología actual. Poco a poco el escaparate va tomando más importancia dentro de la imagen comercial y será a principios de s. XX cuando empiezan a aparecer los primeros estudios de escaparates y aparece la figura del escaparatista.
Los equipos de escaparatistas se consolidan y empieza la verdadera batalla comercial. Los comercios necesitan demostrar que sus precios son los más bajos y que su calidad es la mejor, y solamente a través de la imagen, será el modo de mostrarlo al publico general. Publicidad y ventas iran intimamente ligadas en toda campaña de promoción de cualquier producto.
A finales de los 50-60 se instaura en España la profesión de Escaparatista y serán los Grandes Almacenes los que más la desarrollen. Pero con la crisis económica de los 70, se empezará a solicitar estos servicios fuera del ambito antes mencionado.
Será la decada de los 80 la que lanzará a las tiendas especializadas, y propiciado por influencias extranjeras, a dominar el mundo del escaparatismo y quitándole el monopolio del mismo a los grandes almacenes. Las boutiques con su mayor creatividad van a romper todos los moldes existentes hasta la fecha.
Serán muchos los profesionales que pongan sus conocimientos al servicio del escaparatismo. Por ejemplo Salvador Dalí intervino en innumerables escaparates a nivel nacional e internacional, y muchas de sus intervenciones se exponen hoy en día en su Museo.
Hoy en día la aportación de conocimientos sumados al avance de la técnica van a marcar las tendencias que marcan el mercado de la imagen.


2. Escaparatismo: Escaparate y Escaparatista.
Escaparatismo podríamos definirlo como la acción de realizar escaparates. Pero dicho así suena muy vano, y relamente el escaparatismo va mucho más alla que colocar una serie de objetos en la ventana de una tienda.
Tanto el desarrollo técnológico como la transformación agresiva que sufre nuestra sociedad día a día, van a influir directamente en el comercio y sobre todo en la capacidad de desarrollo comercial de cualquier empresa.
Cualquier comerciante debe tener claro queempresa ya no es su tienda, sino que ha de ceñirse a una serie de hábitos y normas que constantemente se reciclan en la sociedad. Culturas tan dispares como la Oriental, Occidental o la Africana cada vez y debido al desarrollo, están cada vez más cerca comercialmente hablando. El caso más reciente lo encontramos en China con su incorporación a la revolución industrial o a la implantación de la Perestroika en Rusia.
Por lo tanto el comerciante ha de tener una visión más amplia o abierta para el desarrollo de su negocio. Debido a todo este ritmo vertiginoso de transformaciones, de campañas publicitarias de las grandes empresas, las tiendas de índole familiar de barrio cada vez tienen un futuro más incierto.
Incluso estas grandes empresas, que en su día tuvieron el monopolio en su sector, hoy por hoy tienen que correr mucho y ponerse al día debido a la gran competencia que en el mercado le presentan otras empresas del mismo sector. De aquí que la creatividad en cualquier actividad empresarial y concretamente en el mundo de la imagen sea sumamente importante.
Esta transformación de la gran empresa ha hecho que el mercado cada vez se nutra de más técnicos y profesionales dedicados a la potenciación de la imagen de la empresa. Por lo tanto deberíamos preguntarnos si el comercio hoy en día se está actualizando y avanzando de la forma que lo hace la industria para la potenciaciónde sus productos a través de una tecnología moderna y actualizada.
El escaparatismo en España cada vez esta más considerado, así como la figura del escaparatista, y esta desarrollandose y avanzando entorno a las necesidades actuales del mercado y utilizando la tecnología que tiene en sus manos.
De estas reflexiones podremos decir que el escaparatismo es la visualización de la imagen empresarial utilizando toda la tecnología al alcance de la mano y con un buen conocimiento de representación, composición y estética para su presentación al público. Por su lado el escaparatista será el técnico en imagen que debe asesorar y potenciar con buen criterio, a las empresas en un mercado totalmente competitivo.
Un 80% de las ventas en el comercio, según un estudio de Ministerio de Comercio, se deben a la imagen de la empresa, y solamente un 5% invierte en profesionales como escaparatistas para el estudio y desarrollo de la misma, y el 2% los tiene en plantilla. Afortunadamente ésto, hoy en 1998 está cambiando, y de unos años a esta parte los comercios se dan cuenta que es fundamental invertir en imagen si se quiere continuar en nuestro actual mercado.


3. Objetivos del escaparatismo.
Los objetivos del escaparate serán la de exhibir estéticamente los artículosy promover las ventas´pero en muchísimas ocasiones veremos que son incompatibles´así que deberemos llegar a un balance entre lo estético y lo comercial y el buen escaparatista será el encargado de conjugar ambos con buena armonía.
Nos encontraremos con objetivos técnico-estéticos y técnico-comerciales, y podríamos organizarlas de la siguiente manera.
Objetivos técnico-estéticos:
-Llamar la atención.
-Producir sensaciones.
-Dejar una buena imagen.
Objetivos técnicos-comerciales:
-Atraer al comprador.
-Aumentar la demanda.
-Aumentar la fidelidad.
-Retener a los clientes.
-Destacar frente a la competencia.
-Dar imagen propia.
-Incrementar las ventas.
-Aumentar los beneficios.
-Aumentar la participación en el mercado.
Será realmente el escaparate el que nos va a dar la posibilidad de mostrar la imagen tanto comercial como corporativa de la empresa, y mostrar la actividad de la empresa a través de los productos que expondremos. El escaparate va a ser la mejor publicidad del comercio y junto con los productos debemos exponer las marcas, los precios y por supuesto la variedad de surtido.
Seremos nosotros los encargados de retener la atención del público o transeunte y trasmitirle con él todas las sensaciones que su subconsciente pueda crear. Para vender antes hay que enseñar, lo cual no quiere decir que vender mucho signifique enseñar muchísimo producto. Este es un error generalizado en muchísimos comercios e imposibilitan el fácil acceso al producto ya que queda ahogado entre otros productos del mismo escaparate.
La razón más absoluta de la importancia del escaparate, es que de el depende que el "presunto comprador" se pare, lo admire, entre y lo más importante, que compre algo. Por lo tanto el fin más primordial del escaparate será el de vender más.
Aunque a algunos no nos guste , el escaparatismo, que tiene mucho de arte, sera el fomento de la sociedad de consumo y es para ella para la que en definitiva, vamos a trabajar. A la vista de lo expuesto deberíamos tener un profundo conocimiento del establecimiento y entablar una perfecta comunicación entre el interior y el exterior.
Por lo tanto podremos decir que el escaparate es un medio de comunicación entre el público y la empresa y su finalidad es la de potenciar las ventas y por supuesto la imagen de la empresa. El mensaje que mandemos ha de ser atractivo para atraer la atención del cliente y pueda entrar a informarse y/o a comprar.
¿Como conseguir ésto?. Nos haremos unas series de preguntas:
-¿Que producto hay que exhibir?
-¿Que metas comerciales perseguimos?
-¿Que materiales serán convenientes?
-¿Los productos a exponer son sensibles a...?
-¿Que coste podemos aplicar?
-¿Se contará con colaboración exterior?
-¿Que elementos importantes hay que destacar?
-¿Cual es el mensaje que pretendemos mandar?
Otros factores a tener en cuenta son:
-Materiales.
-Formas.
-Elementos.
-Tamaños.
-Colores.
-Sistemas de exhibición.
-Color.
-Textura.
-Grafismo.
-Visibilidad.


4. Areas y ciencias principales de las que se nutre el escaparatismo:
El escaparatismo se vale de diferentes areas de la ciencia. La sociología, la psicología así como el diseño y el interiorismo. Todas ellas van ligadas de una forma u otra y seguramente el prescindir de una, desequilibraría nuestro trabajo final. Hemos de ser muy conscientes que la buena imagen del resultado de nuestro trabajo y la calidad con la que lo realicemos va a influir en nuestro futuro inmediato. No es posible hacer un buen trabajo sin tener en cuenta los factores antes mencionados..
La sociedad siempre ha marcado la marcha de ésta hacia un camino o hacia el contrario, o simplemente hacia un camino diferente como alternativa. Esta claro que no es lo mismo nuestra sociedad que la sociedad del s.XIII que la de la decada de los sesenta. Todas ellas tienen diferentes particularidades, costumbres, manías, vicios, etc. y serán todas ellas a las que nosotros nos deberemos ceñir.
Por todo ello os podeis imaginar la repercusión que ésta tiene en el comercio. Este se ha movido siempre a ritmo de la demanda social y nunca lo ha hecho al reves. Por lo tanto, cuando realicemos un trabajo determinado de escaparatismo o de cualquier otra matería. Un estudio previo del público al que va ha ser destinado, nos garantizará un parcial buen funcionamiento del resultado final. No es lo mismo destinar un escaparate a un barrio obrero que a un barrio de adinerado. Si,plemente porque, aunque el mensaje de fondo o el contenido sea el mismo, la exposición de una imagen de una determinada manera u otra podría herir la sensibilidad del público en general y ello producir un deterioro de la imagen de la empresa para la que trabajamos, con el consecuente bajón de sus posibles ventas.
Imaginaros en nuestra sociedad donde la mujer tiene, por fin, un hueco casi igual al del hombre, y que día a día, éstas diferencias se van limando más, nos dedicamos a crear una serie de imagenes o escenas en donde toda esta nueva sociedad se derrumba y se va por los suelos, y hacemos retroceder a la mujer 20 años, por no decir 20 siglos. ¿Cual sería el resultado?....
En todo esto que estamos diciendo la psicología tiene muchísimo que ver y juega un papel muy importante. El escaparate es un sinfín de mensajes subliminales, y los transeuntes serán los receptores. Según la claridad de nuestro mensaje, será fácil recoger el fruto deseado.
ATRAER
MOTIVAR
REFLEXIONAR
SENSIBILIZAR
DESEAR
RECORDAR
RELACIONAR
Todas estas funciones serán necesarias para conseguir lo deseado, y de todas ellas , la primera, ya que dependerá mucho de ella que el resto de las funciones se pongan en funcionamiento.
¿Como podemos reclamar esta atención del cliente?.
POR EL CONTRASTE DE MERCANCIA-FONDO (COLOR)
POR LA UNIDAD DEL COLOR DE LA MERCANCIA FRENTE AL FONDO Y VICEVERSA
POR LA UNIDAD DE LOS ELEMENTOS DEL ESCAPARAT
POR LA SIMPLICIDAD DE LOS ELEMENTOS DEL ESCAPARATE
POR LA ORIGINALIDAD DE SU COMPOSICIÓN O TRATAMIENTO
POR LA ADECUADA ILUMINACIÓN
POR LA DECORACIÓN ARTÍSTICA
POR EL TRATAMIENTO DE UN TEMA DE ACTUALIDAD
POR LA SITUACIOS DE LA MERCANCIA EN EL ESCAPARATE
POR EL TRATADO DE LOS PUNTOS, LINEAS Y PLANOS
La importancia de tendencias, materiales, estilo, soporte, etc. no es nada comparada con la importancia que tiene el presentar el escaparate en GRUPO. La importancia de ésto, es debida al ritmo vertiginoso de vida que llevamos, la vida pasa ante nosotros demasiado deprisa como para pararnos a contemplarla. Esto sería lo ideal, pero no pasa con demasiada frecuencia. Por lo tanto hemos de acostumbrar al público que vea las cosas de una sola pasada.
Un escaparate lleno de referencias nunca cumplira su función, sin embargo unas pocas referencias bien presentadas, darán tiempo suficiente a que la gente visualice en un corto espacio de tiempo todo lo que nosotros queremos enseñar. Todo hoy en día mantiene una unidad, la arquitectura, el diseño, el interiorsmo,... y por supuesto el escaparatismo también. Es muy fácil perder el interés en la escena en la que estamos trabajando si esta no mantiene la armonia y unidad necesaría. Lamentablemente es frecuente ver en muchos escaparates masificación de artículos y referencias que a veces ni siquiera tienen algo que ver. Es el caso de los bazares.
El escaparatista, tendra como primer mandamiento el tratar por todos los medios de ofrecer al espectador una imagen limpia y nítida de su trabajo, y para lo cual necesitara que la mercancíaesté bien iluminada,que no exista mezcolanzas de artículos para que no pueda crear confusión, no emborronar la imagen con un exceso de mercancía, con un exceso de colores, o utilizándolos desafortunadamente.
No cabe duda que el escaparatimo está intimamente ligado tanto al diseño como al interiorismo , y uno es un poco la consecuencia del otro. Hoy en día en cualquier proyecto de interiorismo comercial, la figura de escaparate es de gran peso dentro de éste, y prácticamente todo el local funciona como un escaparate y su distribución circula un poco a su alrededor.